Sergio Gómez Montero*
No supe qué decir en ese momento,
todavía era un niño pequeño,
pero me parece que quería, en un poema
encontrar la sabiduría (sin resignarme)
Zagajewski: “La Ilustración”
En memoria de Quino, quien gracias a él
Mafalda permanecerá siempre entre nosotros
Siempre, puede ser que por obsesión, me ha gustado estudiar a los griegos. Así, por ejemplo, sé que los sofistas antes que involucrarse con los problemas de la democracia (que son agudos en verdad) le entraron primero a algo que para ellos era igualmente central e igualmente peliagudo: la verdad; pues ella era el eje de las disputas entre quienes querían acceder al poder y utilizaban a la retórica como un arma predilecta, en el foro, para ello. Y hoy, en efecto, la verdad sigue siendo central a la hora de disputar el poder, aunque el capitalismo la haya devastado como arma para luchar por el poder.
Es decir, hoy se puede afirmar con facilidad relativa que quienes en la actualidad optan por luchar por el poder se agrupan sólo en dos bandos: quienes optan por la verdad y quienes la rechazan. Allí no hay medias tintas, pues la verdad no admite grises: o es o no es. Por eso, hasta hoy, tampoco hay medias tintas a la hora de elegir en quién debe gobernar al país. Son muchos, apabullantes quienes se inscriben hoy en las filas de la 4T, por más que los enemigos de ésta esgriman una y otra vez la mentira para tratar, a través de ella, de mover las bases firmes en que está asentado el gobierno de AMLO. Y no se trata sólo de encuestas (las famosas fotografías de que habla Bourdieu), sino de los hechos que aparecen todos los días y asientan así los cimientos de las creencias en las cuales se sustenta la verdad: Lozoya (corrupción en general), lucha verdadera contra el narcotráfico, lucha continua en contra del sabotaje y la provocación (que se quiten las máscaras hoy que se sabe bien quién l@s financia), la verdad de todos los días (mañaneras). Obsesión pues por la verdad para así cimentar la democracia y en lugar de una foto (una encuesta) es hoy, tal democracia y tal verdad, una película completa (muchas encuestas).
¿Se podrá? Ese fue el dilema que los griegos no pudieron resolver y que al final, al terminar el siglo IV antes de nuestra era, los llevó finalmente a la tiranía, pues ni verdad ni democracia directa fueron suficientes para sostener los sueños de Pericles ni las enseñanzas de Sócrates y Aristóteles. Por eso la pregunta: ¿si ellos antes no pudieron, lo podremos hacer nosotros hoy? ¿Qué se requiere para ello? ¿Serán suficientes aquellas lecciones que, escribe Mossé (Las doctrinas políticas en Grecia) “… este periodo señala un cambio esencial en la historia de las ciudades griegas, y determinaría la nueva orientación del pensamiento político del siglo IV”. ¿Qué tanto aquí, nosotros, habitantes del México actual, atravesamos por momentos tan trascendentes, que nos hagan entender las diferencias enormes que existen entre cancelación de fideicomisos y racionalización del gasto público; que nos haga entender la orientación del nuevo pensamiento político?
No, no se trata de ser experto en administración pública. Es cuestión de sentido común. Es cuestión de entender la verdad.
*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx
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