En este esquema, los productores le dan a sus terrenos uso forestal al plantar los árboles para venderlos en diciembre, negocio que enriqueció los suelos y convirtió un terreno abandonado en sitio de anidación y alimentación para aves, mamíferos, reptiles y anfibios.
Consulta los PUNTOS DE VENTA de Árboles de Navidad de productores nacionales que cuidan las plantaciones todo el año, hay más de cien en el territorio nacional.
La Comisión Nacional Forestal informó que los nuevos árboles ayudaron a la infiltración de agua al subsuelo y capturaron carbono, con lo que contribuyeron a mitigar los efectos del cambio climático.
No solo eso. Estos beneficios no terminan al cortar los árboles. El carbono capturado permanece en ellos, aún en forma de composta o de artesanías al finalizar la temporada navideña, siempre y cuando la ciudadanía lo lleve a los centros de acopio que tienen los municipios.
Una vez finalizada la temporada el trabajo sigue, ya que los plantadores continuarán cuidado los arbolitos que aún no están listos para su venta. Harán podas, fertilizaciones, los cuidarán de plagas o incendios, asegurándose de tener un producto de calidad para el siguiente año.
Finalmente puedes tener la certeza de que no se extrajo de un bosque natural o de un lugar donde se reforestó con fines de restaurar dicha área. ¿Cómo saberlo? Basta con visitar un bosque y podrás observar que no existen individuos con esas características (cónico, chaparrito y follaje espeso).