CIUDAD DE MÉXICO.- La presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, informó que la Cámara de Senadores trabaja en una reforma que establece la obligación del Estado de priorizar la educación sexual y reproductiva, particularmente para niñas, niños y adolescentes, a partir de los 12 años cumplidos.
Durante la inauguración del foro “Rompiendo paradigmas, educación sexual incluyente para la infancia y adolescencia”, la legisladora afirmó que la educación sexual integral, con autonomía progresiva, permitirá concientizar sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y ejercerlos a plenitud.
Detalló que el proyecto reforma el artículo 38 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, y los artículos 4 y 58 de la Ley General de las Niñas, Niños y Adolescentes con el objetivo de que la educación cuente con una perspectiva de autonomía progresiva de la sexualidad.
La educación sexual es una herramienta para combatir esta desinformación, aseveró la senadora de Morena, así como para frenar la violencia, el abuso, la discriminación, promover el respeto por la diversidad y prevenir la violencia de género.
“Tener información objetiva sobre identidad y expresión de género, así como de orientación sexual, puede contribuir a combatir la homofobia, la lesbofobia, la transfobia; y crear un entorno más seguro inclusive para todas y para todos”.
El aprendizaje de los distintos aspectos de la sexualidad, sostuvo Sánchez Cordero, empodera nuestra niñez y juventud para ejercer plenamente sus derechos. “La educación sexual es una herramienta que garantiza el proyecto de vida de las niñas, niños y adolescentes”, acotó.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado, Martha Lucía Micher Camarena, recordó que a las niñas, niños y adolescentes se les ha visualizado jerárquicamente inferiores a las y los adultos, lo cual limita su autonomía y viola su derecho a la igualdad sustantiva.
En ese sentido, denunció, se les ha restringido y prohibido su derecho a contar con una educación sexual, sustituyéndola por tabúes, dogmas y normas incorrectas. “La sexualidad es un derecho humano, el cual comprende el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre nuestro cuerpo, lo cual se puede lograr a través de la educación”.
Por ello, la legisladora de Morena subrayó que el primer paso para una educación sexual incluyente es reconocer como iguales a las niñas, niños y adolescentes, atribuyéndoles la decisión sobre sus cuerpos y sus vidas; más allá del tema de la legalidad, señaló, se debe entender que la educación ayuda a concientizar y responsabilizar a las personas.
La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylbermann, dijo que los nuevos libros de texto gratuitos deben incluir el tema de educación en sexualidad integral, ya que la impartición de estos conocimientos en los espacios escolares, y no únicamente en sus hogares o en los centros religiosos, es esencial.
Luis Fernando Carrera Castro, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en México, asentó que también se debe abrir la discusión sobre la afectividad, ya que es un elemento clave para el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes. Además, indicó que se debe construir una visión de autonomía para este grupo poblacional.
Marta Lamas, académica, profesora e investigadora, afirmó que la sexualidad y el género están entrelazados, por lo que las acciones para alcanzar una educación sexual plena deben incluir una perspectiva de género.
María Constanza Tort San Román, encargada del Despacho de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, dijo que es deber de un Estado moderno y democrático abandonar las construcciones sociales precarias y difundir entre las infancias que la sexualidad no está limitada a la procreación.
El director y fundador de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual A.C., Eusebio Rubio Aureoles, asentó que el marco legal en la materia con el que cuenta nuestro país es muy bueno; sin embargo, denunció que las instituciones educativas no brindan la educación sexual necesaria; existen los programas, pero no se implementan, señaló.
Mayra Torres Chaires, subdirectora del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, enfatizó que uno de los retos es abordar a profundidad los derechos sexuales, diversidad y placer, ya que son conceptos que “hacen ruido”, por lo que se debe sensibilizar al personal que imparte este tipo de educación.
La titular de la Unidad Técnica para la Igualdad de Género del Senado, Sulma Eunice Campos Mata, sostuvo que los derechos sexuales deben ser respetados, reconocidos y garantizados.
Como parte de la organización Tabú Prepa Ibero, Andrea Alegría, subrayó que la educación sexual integral no sólo es aprender a prevenir un embarazo, sino que debe contar con un enfoque psicológico y social.